Enlazada como de regalo,
y pintada cual piedra litográfica,
se acercaba la narcisista
con su sonrisa tan forzada.
Me miraba como a nada.
Se reía de nada.
Y recordé las palabras
que un maestro me soltó una vez.
"Ridere sine re, signum stultitice est".
Reírse sin motivos es señal de estupidez.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada