Que nacemos agregados
y lo perdemos a cachos,
igual que nos lo ganamos,
es un hecho tan extraño
que se me va de las manos.
Preguntándome a veces
si el pan que tú comes
es el pan que mereces
o el que tanto te han dado.
Quizá sea yo el mimado.
Si lo que de mí recibes
es interés o intercambio,
si todos tus salivazos
fueran en cambio aplausos.
Quizá sea mío el fallo.
Me pregunto tantas veces
si mi forma de marcharme
les vuelve contra mi carne
y les hace mala sangre.
Y eso que son mis compadres.
Sólo pienso y me callo
y el orgullo me lo trago,
pero no puedo hacer planes
si no creo ya en el trato.
Nada más que charlatanes.
Tal vez sea yo, yodado
por mi apariencia infecciosa
y se aparten y huyan
y arranquen la mala hierba.
Tal vez nunca muera muchacho.
"Sólo pienso y me callo
ResponEliminay el orgullo me lo trago,
pero no puedo hacer planes
si no creo ya en el trato."
ets brutal, ja saps